marca la llegada de una época de serenidad,
que parece ir envolviéndolo todo en un apacible equilibrio,
la noche y el día tendrán la misma duración,
la luz solar comenzará a declinar y la noche se hará más larga.
El verano irá perdiendo fuerza y las hojas de los árboles
comenzarán a dorarse.
Poco a poco el mundo va cambiando,
es una sensación que se percibe en el aire,
en los árboles con sus aromas y texturas,
en los seres que nos rodean.
En la estación del Otoño, el calor disminuye,
y la luz se va alejando, es un tiempo de balance,
la naturaleza nos ofrece un auténtico
espectáculo de color que invita a la relajación,
al descanso, se prepara para el sueño del invierno,
para la gran transformación que vendrá.
Las energías se preservan, se administran,
los vientos del otoño
limpian y barren el suelo, transportan las semillas
y enfrían el aire.
Es el momento de la reserva y de la conserva,
los frutos recolectados del verano,
serán alimento para el invierno,
se guardan sus semillas y
descansamos equilibrando fuerzas.
Así como la Tierra toma todo lo que le damos
y lo transforma en nutrientes
y alimento para su ser, también en nosotros,
lo conquistado se transforma en fuerza potencial
para el desarrollo personal.
En el equinoccio de Otoño vemos
que todo termina para poder renacer.
BIODANZA ®
en Otoño con
Alicia Alfonso
Didacta de Biodanza