En estos tiempos que corren se manifiesta una crisis de percepción, la sensibilidad, está en crisis. Nos cuesta saber cuándo tenemos necesidad de reposar, cuándo movernos más ágilmente, o cuándo tenemos necesidad de calor y de contacto humano. La vida urbana nos tiene profundamente inmersos en las obligaciones y los deberes de lo cotidiano, supeditando y modificando nuestras necesidades por la aceleración, nuestro accionar tan rápido y frenético comienza a distanciarnos del sentir. El stress, forma parte de nuestra vida, entra y se instala bajo distintos aspectos: irritación, intolerancia, ansiedad, insomnio, depresión, desgano, aburrimiento...etc.
Sin contacto con el ritmo natural y orgánico, nuestra calidad de vida disminuye. Desacelerarnos en medio de la vorágine y encontrar nuestro centro es posible, danzar la propia vida cuidando el interés propio, en sintonía con los demás y con el ambiente para armonizar la relación entre cultura y naturaleza.
La conexión con la tierra, los árboles, el canto de los pájaros, la brisa, la naturaleza en su conjunto nos ayuda a sentirnos a nosotros mismos, a reconocernos, asombrarnos de la propia existencia y la del otro, vivenciar el éxtasis por toda la creación, sus bosques, animales y en especial las personas, emocionarte y percibir que todos somos uno y únicos a la vez.
Sin contacto con el ritmo natural y orgánico, nuestra calidad de vida disminuye. Desacelerarnos en medio de la vorágine y encontrar nuestro centro es posible, danzar la propia vida cuidando el interés propio, en sintonía con los demás y con el ambiente para armonizar la relación entre cultura y naturaleza.
La conexión con la tierra, los árboles, el canto de los pájaros, la brisa, la naturaleza en su conjunto nos ayuda a sentirnos a nosotros mismos, a reconocernos, asombrarnos de la propia existencia y la del otro, vivenciar el éxtasis por toda la creación, sus bosques, animales y en especial las personas, emocionarte y percibir que todos somos uno y únicos a la vez.
"Una Jornada de reencuentro con nuestra energía vital a través de experiencias de íntasis y éxtasis, con nuestra inteligencia erótica en conexión con los sentidos, un retorno a las raíces paradisíacas para vivir nuestra vida en plenitud" / Alicia Alfonso-Didacta de Biodanza
No hay comentarios:
Publicar un comentario